Cuenta la leyenda que en un pueblo llegó un terrible dragón. Era tan voraz que día a día, los habitantes del pueblo se veían obligados a darle un animal para saciar su apetito. El dragón se comió todas las vacas, todas las ovejas, todos los chanchos, hasta que llegó la fecha en que se terminaron todos los animales del pueblo. Entonces los habitantes acordaron ofrecerle una persona. Al atardecer todos los vecinos y vecinas, jóvenes y ancianos, se reunieron en la plaza para sortear quién terminaría en la panza del dragón. El pueblo entero quedó en silencio cuando la fortuna quiso que la elegida fuese la princesa del reino.
Entre lágrimas y estupor, la princesa fue conducida hasta la cueva del dragón, pero cuando la bestia estaba a punto de comérsela, apareció un caballero en un corcel blanco y una cruz roja en el escudo: Sant Jordi. Con su lanza mató al dragón y de la sangre derramada nació una rosa roja. Es por eso que todos los 23 de abril, día de Sant Jordi, en Catalunya se regalan rosas y libros, las calles se llenan de colores y leyendas y nadie se libra de la tradición.
¿Y qué fue del dragón? Calculo que volvió a la tierra, o al menos es ahí donde lo encontré yo en sus mil formas.
QUE HERMOSAS PIEZAS DRACOIANAS!!!!
FELIZ DÍA DE SAN JORGE ANNA!!! =D
Voy a seguir disfrutando de mi día con un buen baño y una siestota …y mas tarde voy a ver que me dejó de regalo mi dragoncito en su pancita jejeje!!!